A la mierda con el pensamiento positivo, la vida jamás podrá ser color de rosa


Nunca pasarán de moda los libros de auto-ayuda y superación personal, tal vez si las conferencias utópicas tipo misa de empresa multinivel, donde prometen la sima del universo con solo sentarnos a pensar que podemos pisarla. Si te sueles preguntar ¿Sirve de algo ser positivo, si cada día que pasa todo va peor? Estoy aquí para tratar de abrir una pequeña ventana en tu mente y dejar salir la nube de tierra que impide su funcionamiento natural.

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Al leer la última entrada algunos me escribieron preguntando ¿De qué carajos me sirve ser positivo? Al mismo tiempo que seguían con frases tipo: Ya lo e intentado y no puedo, No todos pueden lograrlo, No tengo dinero, Esas acciones solo dan felicidad ficticia; uno por dentro debe de estar muy mal viviendo tan cuadriculado.

¿Cual fue mi respuesta?

De nada (si lo vemos desde el punto de vista pesimista que rige las vidas de algunos quejicasLo digo por experiencia, en esa caverna viví una generosa cantidad de años), a criterio personal la ley de atracción es obsoleta (pocos la supieron entender o aplicar), hay una diferencia abismal entre ayudar a superar y ayudar a crear imágenes oníricas imposibles de realizar, no  estoy hablando de los mecanismos para mejorar el estado de felicidad en la vida de una persona, estoy hablando de los individuos dignos de ocupar casilla junto a estafadores esotéricos con complejo de dioses todo poderosos. 

Comunidad lectora, pensar positivo no lo sacará adelante, pensar en que algún día se ganará la lotería mientras engorda en el sofá y educado por la TV solo terminará de joder su vida. Ni los autores, o algún fragmento de alguna portada dicen que la solución a todos los problemas está en comprar su producto. (Refiriéndome a autores serios, no de esos que disfrazan la realidad más que con realismo mágico ya con fantasía épica-surrealista)

Ustedes conocen mi experiencia de vida, realmente toqué fondo y estoy convencido de: sin conocer el mismo es imposible iniciar una verdadera etapa de madurez. Cuando en la vida se ganan recompensas grandes, si no son sinónimos de fuerza muscular ganada escalando los muros ante los que la gravedad intentó impedirnos subir, del fortalecimiento óseo producto de la larga lista de caídas, levantadas y subidas repetitivas o de la dureza que ganaron las palmas de nuestras manos cuando nos tocó seguir el camino arrastrados por haber perdido toda fuerza en los pies; no será más que una recompensa mediocre y bacía comparable con un espejismo. Si en su proceso de cultivo no se aprendió y fortaleció nuestra mente ¿Qué recompensa podría ser esa? ¿De qué sirven los títulos o diplomas cuando ni de papel son? Las palabra inflan nuestro ego, pero su efecto es tan pasajero como el helio, todo se termina disolviendo para dejarnos de nuevo tirados en el piso sin combustible, esa es la razón por la que mucho mueren en el "intento" que nunca hicieron por salir adelante.

En resumidas cuentas, sin esfuerzo es imposible desarrollar un proyecto de vida, de manera metafórica a ese esfuerzo me refiero como "sufrimiento" ¿Eso quiere decir que todo en la vida se trata de sufrir y esclavizarnos a nuestro propio destino? No, con el pasar de los años nos hacemos más fuertes y nuestra sabiduría ayuda a mejorar las estrategias para superar obstáculos, llegamos al punto de reconocer a larga distancia las piedras que debemos soslayar e iremos eludiendo desvíos de dudosa continuidad sin darnos cuenta. La vida jamás podrá ser color de rosa, pero ninguna sensación podrá ser comparada con el periodo vivido como resultado de una meta cumplida.

¿Hay o no espacio para el pensamiento positivo en mi discurso? Si, desde un enfoque realista (No olviden estimular ese sentido que nos permite obtener perspectivas ajenas a la nuestra, para poder tomar mejores decisiones.) el estado de ánimo juega uno de los papeles fundamentales, es obvio que no estoy de acuerdo con fingir felicidad y mostrar los diente todo el tiempo, no veo razonable ocultar nuestros sentimientos. La tristeza es solo un antídoto para sanar dolores, justo y necesario, se vale llorar, gritar, un periodo de soledad, enojarse, pero de igual forma es importante aprender a respirar, superar y seguir, todo se vale mientras tengamos riendas fuertes de auto-control.

No se vale y de nada sirve quejarse o renegar, criticar o envidiar. No podemos dejar de lado la comodidad, nunca podremos obligarnos a emprender objetivos que no queramos, no se trata de vivir o morir, eres el único competidor, creando una batalla, terminaras como tu propio verdugo. 
Fundamental no perder el objetivo, trata de no desviar la mirada, frente en alto, aprópiate de lo que anhelas, no pienses en que algún día llegarás, piensa que ya estás dirigiendo la marcha hacia ese propósito, que cada paso dado es medio metro más cerca de finalizar un sendero para iniciar el siguiente.

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Una canción para la ocasión

Feliz fin de semana para tod@s 
un abrazo enorme.


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