La lucha continúa




No se si alguien aún se pregunta dónde fui. Hace días "Abandoné" mis redes sociales después de comentar estar presentando problemas con mi ordenador ¿Tiene eso algo qué ver con mi ausencia? 

Quiero aprovechar la oportunidad para entregar un mensaje, para algunos podrá ser aburridor, sonsonete o cliché, pero con cada tropiezo reafirmo la importancia de que las personas en nuestro entorno recuerden de manera constante cómo debemos reaccionar ante la adversidad.

Sacar este proyecto adelante no ha sido fácil, en 2007 (aún muy chico) en mi ser nació un sentimiento por plantear soluciones para el mejoramiento de la calidad de vida en nuestro planeta; entre el grupo de ideas que estructuré planteé a mi familia fundar una micro empresa de artesanías ecológicas. Debo admitir que a pesar de que se hicieron los interesados a la final nadie prestó atención y no los culpo, oír de un niño algo así podría ser escuchado en juego. Por fortuna la atmósfera no desintegro mis metas a futuro. 

Al tiempo que el escenario mencionado se creaba, en mi afán por desarrollar una estructura que le daría cimientos firmes a la trama, me encontré con los dos primeros obstáculos.

1- ¿De qué serviría reducir el volumen de basura en casa, si afuera seguiría aumentando el problema de residuos?

2- ¿Cómo sería posible reutilizar objetos renovando sus vidas y evitando que su regreso a la caneca?

Así como no tardaron en llegarme estas cuestiones decisivas, tampoco tardaron en aparecer soluciones. Al tratar de plantear una solución al primer problema, la respuesta llegaría con la primera piedra que señalaría el nacimiento o punto de partida del sendero que hoy sigo construyendo. El proyecto pasó de ser un deseo por contribuir a la solución del problema de basuras, al trabajo para construir una escuela global de acceso libre y gratuito en la que enseñaría por medio de arte, que no todo lo que se tira es basura.
los primeros pasos que dí para coger impulso y empezar a tejer el paisaje, fueron la solución al segundo planteamiento. Era obvio que no tenía recursos mínimos para elaborar productos a base de elementos que no se podían seguir usando para con el fin que fueron adquiridos, ahí fundé Mamarrachos.

Mamarrachos fue el laboratorio en que hasta 2013 me dedique a investigar, experimentar y desarrollar técnicas, este desencadenó en descubrimiento de un don que me entregó el poder al que denomino "Redención artesanal"  tomar objetos "muertos" para reasignares una nueva vida y uso, cambiando por completo su naturaleza, dándoles nueva forma, color, textura y como ya dije, uso.

El trabajo al principio fue frustrarte, no conté con ningún maestro y partir de cero a encontrarme con errores tras todo ensayo me desesperó un poco, también podrían ser vistos como muchos años, la verdad, a pesar de que durante la mayoría de horas que me la pasé improvisando sin saber lo que hacía, hoy me satisface pensar en cada uno de los minutos invertidos experimentando.

Era tanto el tiempo que dedicaba en mi laboratorio, que aproveché toda oportunidad dada por la vida para exponer el arquetipo, para que fuera apreciado poco o abatido por sonar "surrealista" como en algún momento alguien en un intento de hacerme abandonar la vereda me dijo.

E tenido muchos motivos para tirar la toalla y a pesar de que han llegado tropiezos tan fuertes que me han dejado sin fuerza en las piernas para seguir adelante, ni siquiera e dudado en estirar mis manos para arrastrarme sin interrumpir la marcha. 

Hasta el momento pocas personas han logrado valorar lo que hago, no se si mis técnicas no son suficientes para reflejar los años de experiencia, hay gente que me ofrece la primera moneda que se encuentra en el bolsillo por alguno des mis diseños mientras se ríe al pensar que me hace sentir ofendido y si, el arte es más vocación que profesión, pero nuestro tiempo es igual al de cualquier persona, el tiempo de todos vale.

No puedo decir que vivo de mi trabajo aunque me encantaría poder hacerlo, no e encontrado respaldo real a este proyecto, al ser tan real como el resto de humanos, necesito sobrevivir y tengo necesidades que cubrir, así como tampoco tengo para darme lujos, no me quejo, por fortuna la vida no me deja pasar hambre, también me obsequió una familia a la que le encantaría apoyarme aunque no tenga recursos para hacerlo.

No voy a pedir perdón por mi ausencia, no soy culpable de ella como tampoco lo es algo, hoy no tengo computador ni teléfono, tampoco se cuando pueda contar con alguno, eso no quiere decir que durante estos días mi trabajo entrara en paro. Vine a decir que regreso, a mis alas les faltan plumas pero e conseguido retazos para remendarlas e intentaré reanudar el vuelo, con las uñas nuevamente seguiré adelante.

Tampoco e venido a quejarme por que soy consciente de las condiciones que ofrece la vida que escogí, una vida que no me pertenece, es propiedad de la lucha ala que me entregué.

Un abrazo enorme a todos los colegas rechazados, olvidados y hasta a los apoyados; con uno solo que progrese todos estaremos orgullosos.

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